En el extremo sur de Tierra del Fuego se ubica el parque Karukinka, un área protegida administrada por la ONG internacional Wildlife Conservation Society (WCS). La temporada abierta a todo público para visitar la zona comenzará en octubre, debido a que actualmente el lugar se encuentra cubierto de nieve.
La directora de Karukinka, Bárbara Saavedra, recalca que hay que planificar con antelación este viaje, procurando autoabastecerse con la suficiente bencina y alimentos. En relación al alojamiento, en el lugar cuentan con un área especial para acampar, además de unas pocas hosterías que se emplazan en la remota zona y que es preferible contactarlas previo al viaje. No obstante, según las palabras de Saavedra, vale la pena todo esfuerzo.
El lugar cuenta con senderos donde se pueden hacer caminatas, excursiones en bicicleta, avistamiento de aves, entre otras actividades conectadas con la naturaleza. «En un mundo hiperdesarrollado e hiperpoblado, se vuelve fundamental la conservación de este tipo de espacios de naturaleza prístina que, con sus bosques, montañas, mares y praderas, otorgan una indescriptible sensación de bienestar. Acá habitan muy pocas personas y casi no hay señal telefónica. Es realmente una instancia para reencontrarse con uno mismo, puede ser capaz de transformarte como persona», aseguró Saavedra.
El interés ha sido cada vez mayor. En la última década, el área protegida ha aumentado en 10 veces la cantidad de visitantes que llegan hasta Tierra del Fuego, los cuales arriban por tierra o a bordo de lujosos cruceros.
Por la biodiversidad
En Karukinka se ha realizado una serie de estudios ligados a la biodiversidad. Han investigado, recurriendo a avanzada tecnología satelital, el comportamiento de albatros, elefantes marinos, guanacos, entre otros, con el objetivo de determinar sus costumbres de alimentación y reproducción. En el parque también se ubican las masas de carbono más extensas de la latitud.
«Si no las hubiésemos conservado, ya se habría ido a la atmósfera, agravando aún más el problema del cambio climático. Los humedales de la zona también están dentro de nuestra área de protección, ya que corresponden a las reservas de agua del futuro», señaló la directora de Karukinka. Asimismo, en este lejano territorio se encuentra la mayor población de guanacos protegidos del país. «Esta especie ha sido importante para el desarrollo de las culturas andinas, desde el sur de Perú hasta Tierra del Fuego. Sin embargo, hoy está siendo sobreexplotada», afirmó Saavedra.
Por el contrario, los castores, visones y ratas almizcleras son considerados plagas, por lo que se ha estado desarrollando investigación para la erradicación de estas especies. De hecho, ya se encuentran trabajando en un programa piloto con el Ministerio del Medio Ambiente. En palabras de la directora de Karukinka, este tipo de estudios son cruciales para tomar decisiones informadas y con bases científicas que tengan un mayor éxito para la conservación de la biodiversidad.
Labor educativa
En Karukinka también se le ha puesto énfasis en la educación en cuanto a la conservación. Este trabajo ha incluido actividades con establecimientos educacionales de Tierra del Fuego, además de la generación de material didáctico sobre biodiversidad que expone la realidad chilena de la zona.
A Karukinka también llegan constantemente investigadores, tesistas, profesores, guardaparques, autoridades, entre otros, para conocer un poco más de este rincón mágico del planeta.
Fotografía: www.karukinkanatural.cl