El 4,4% del mar chileno -más de tres y medio millones de kilómetros cuadrados de superficie- está protegido. Recurso clave de la economía, hoy es amenazado tanto por la pesca indiscriminada, la acidificación y la contaminación, problemas que se repiten en el mundo y por lo que urge protegerlo.
Con ese objetivo es que en 2014 año se realizó la primera conferencia internacional Nuestro Océano, impulsada por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, en la que diversos gobiernos comprometieron iniciativas para resguardar los mares. Allí Chile se comprometió a adherir al Acuerdo de Nueva York, de protección de los peces transzonales (como el jurel o el atún), a tener una política para combatir la pesca ilegal y a organizar la segunda conferencia, que se realizará el 5 y 6 de octubre en Valparaíso, en la que participarán Kerry y el príncipe Alberto de Mónaco.
Este mediodía el canciller Heraldo Muñoz encabezará el lanzamiento de la iniciativa. “Es una convocatoria global para resaltar la necesidad de fortalecer la protección y conservación marina, como elemento de sustentabilidad. De promover compromisos institucionales voluntarios. No pretende ser un discurso de buenas intenciones, sino anuncios concretos para cuidar el océano”, dice.
La cita de octubre será el momento de rendir cuenta de los compromisos de 2014 y de anunciar los nuevos. Según Muñoz, el bajo porcentaje de áreas marinas protegidas es un tema relevante y el gobierno trabaja para realizar un anuncio clave para aumentarlas. “Tengo la certeza de que se harán anuncios relevantes respecto a áreas protegidas en el país”, dice.
Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias e impulsor de la investigación oceánica en Chile, dice que “es un gran ejemplo de liderazgo latinoamericano” traer la conferencia a Chile. “Es importante para sensibilizar a la ciudadanía y los medios. Los océanos enfrentan varios problemas, algunos de ellos por sobre las 200 millas náuticas. Es ‘océano de nadie’, sin legislación apropiada”, señala. Aun dentro de las 200 millas hay problemas para controlar naves piratas, agrega. “Esas porciones de mar no se pueden patrullar constantemente, así que ¿para qué sirve tener derechos económicos exclusivos sobre ellas si no puedo patrullar la pesca ilegal?”, enfatiza.
Según Castilla, la zona de los canales australes necesita mucha más protección. “Allí hay ecosistemas muy ricos en especies y la salmonicultura es una amenaza. Isla de Pascua es otro de ellos, pero debe ser patrullado por satélites y eso es un desafío”.
Publicado en La Tercera