Columna de opinión de Giovanna Amaya Peña, Seremi del Medio Ambiente, Región de O’Higgins – Ing., MSc., M.B.A, PhD ©
El balance de la Gestión de Episodios Críticos (GEC) en el Valle Central de O’Higgins durante el 2024 nos presenta una oportunidad de mejora en nuestra calidad de vida y en la relación que tenemos con nuestra atmósfera. A pesar de los retos, este balance no es motivo de alarma, sino una invitación a actuar con mayor compromiso y de implementar soluciones que nos beneficien a todas y todos.
Según los datos recopilados a través del Sistema Nacional de Calidad del Aire (SINCA), se observó un aumento del 88% en los episodios totales de contaminación por MP₂.₅ respecto al 2023. Los episodios de alerta aumentaron en un 63%, se registraron 4 preemergencias adicionales y se constató 1 emergencia ambiental, situación que no se presentaba desde el inicio de la implementación del Plan de Descontaminación Atmosférica en el 2013. En cuanto al MP₁₀, se registraron 4 alertas y 1 preemergencia ambiental, superando al único episodio de alerta del 2023. Además, las horas de alerta por MP₁₀ se duplicaron en comparación con el año anterior, y la preemergencia tuvo una duración de 20 horas.
Este incremento de las concentraciones de material particulado tiene relación con las condiciones meteorológicas adversas. Durante el 2024, se registraron temperaturas medias más bajas que en el 2023. En julio, la temperatura mínima media fue de -0,3 °C, con una mínima absoluta de -4,7 °C, contrastando con los 4,8 °C de temperatura mínima media y 0,5 °C de mínima absoluta del 2023. Estas bajas temperaturas fomentan una mayor estabilidad atmosférica y aumentan la demanda de calefacción.
Las precipitaciones, otro factor clave, han mostrado patrones irregulares. Mientras mayo y agosto fueron más lluviosos que en el 2023, abril y junio presentaron precipitaciones mucho menores o nulas. La falta de lluvia que sin lugar a dudas limpia nuestro aire, mientras que la mala condición de ventilación impide la dispersión de contaminantes en la atmósfera, empeorando la calidad del aire.
El cambio climático está presente y sus efectos en la Región de O’Higgins son evidentes. Si bien no es la causa directa de los episodios de contaminación, las condiciones meteorológicas que genera, como inviernos más fríos y menos lluviosos, junto con veranos más cálidos y secos, favorecen la acumulación de contaminantes debido a una menor circulación del aire. El aumento de episodios críticos de contaminación en 2024 no implica necesariamente más emisiones, pero sí más situaciones donde estas condiciones meteorológicas dificultan la dispersión de los contaminantes.
Al adaptarnos a las nuevas realidades climáticas, podemos construir barrios más resilientes y mejorar la eficiencia energética. Un ejemplo de ello es el Programa Piloto “Quiero mi barrio» en Machalí, impulsado por el Gobierno Ecológico del Presidente Gabriel Boric, que beneficiará a las viviendas con acondicionamiento térmico, aire acondicionado y paneles fotovoltaicos, demostrando que podemos avanzar hacia un futuro más limpio y sostenible.
La leña ha sido históricamente la principal fuente de calefacción en nuestra región. Sin embargo, su quema libera contaminantes peligrosos como carbono negro (BC), material particulado (MP₂.₅ y MP₁₀), dióxido de carbono (CO₂), monóxido de carbono (CO) y metano (CH₄). Estos deterioran el medio ambiente y tienen consecuencias directas en nuestra salud. La exposición prolongada a estos contaminantes está asociada con un aumento en enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Durante los episodios críticos, las hospitalizaciones por infecciones respiratorias se disparan, poniendo en jaque a nuestro sistema de salud.
La calidad del aire en el valle central de O´Higgins, ha mostrado un incremento en los episodios de contaminación, pero esto solo refuerza la importancia de innovar y adaptarnos a que tendremos años buenos y malos meteorológicamente hablando. Estamos en un momento clave para trabajar en conjunto entre autoridades, instituciones y ciudadanía para implementar soluciones efectivas.
Conscientes de esta problemática, la prohibición del uso de calefactores a leña en Rancagua y Machalí urbano a partir de 2025, marca un punto de inflexión hacia un futuro más puro. Esta medida reducirá las emisiones contaminantes, con ello mejoraremos la calidad del aire y protegeremos la salud de nuestra comunidad, así demostraremos que el cambio es posible cuando actuamos de manera proactiva y colectiva.
Sin embargo, es urgente seguir fomentando la educación ambiental, cada vez que reducimos nuestras emisiones, estamos cuidando el aire que respiramos y previniendo enfermedades en nuestra familia y comunidad. Adoptar fuentes de energía más limpias, como calefactores eléctricos o de pellet, y ser eficientes en el uso de la energía, son pasos que todos y todas podemos dar.
La relación entre contaminación, cambio climático y salud es clara. Al proteger nuestra atmósfera, protegemos nuestra salud. El desafío está en nuestras manos, y con el apoyo de toda la comunidad, podemos construir un futuro donde las nuevas generaciones puedan respirar un aire más limpio y vivir en un entorno más saludable. Juntos podemos lograr que la Región de O’Higgins sea un ejemplo de cómo el cambio es posible cuando nos unimos por un bien común. Necesitamos aire puro y juntos podemos lograrlo.