Primeros talleres se efectuaron en Magallanes y Osorno para incorporar la visión de los pueblos indígenas en la implementación del nuevo sistema que protegerá las áreas naturales de nuestro país, y cuya meta es que al año 2030 al menos un 30% de los ecosistemas terrestres, marinos y de aguas continentales estén bajo protección.
Otro paso en la puesta en marcha del nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), se dio recientemente en Punta Arenas y Osorno, comunas elegidas por el Ministerio del Medio Ambiente, para iniciar el proceso de participación temprana con diversos grupos de interés para la elaboración del reglamento de Áreas Protegidas de la ley 21.600.
El primer taller se efectuó en la capital de Magallanes el 13 de marzo y convocó a representantes de comunidades Kawésqar, Yaganes y Selk’nam; mientras que, en el encuentro en Osorno, realizado el 15 de marzo, participaron comunidades lafkenches. En ambas oportunidades, y en el marco de los desafíos de contribución nacional a la meta 3 del Marco Global de Biodiversidad, se dieron a conocer las principales temáticas que tendrá el reglamento asociado al nuevo Sistema Nacional de Áreas Protegidas, y se anunció que, una vez concluida la participación temprana, se llevará a cabo una Consulta Pública y una Consulta Indígena, proceso que debe realizarse en el segundo semestre de este año.
Asimismo, las instancias fueron aprovechadas para inaugurar el ciclo de diálogos que busca incorporar la visión de los pueblos indígenas en la Meta 3 del Marco Global de Biodiversdad asociada a proteger el 30% de los ecosistemas terrestres, marinos y de aguas continentales al 2030. En estas instancias, el Ministerio del Medio Ambiente, con apoyo de la organización de conservación WWF Chile y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), presentaron el propósito de la meta y los participantes identificaron oportunidades y también expresaron sus principales preocupaciones frente al proceso participativo y la protección de los ecosistemas que impulsa el proyecto global GEF-7 “Plan Nacional para un Enfoque de Conservación Inclusivo y Eficaz para Alcanzar esta Meta.
“Nos encontramos en un punto crítico para atender la triple crisis, que es de cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad. Por eso, desde el plano nacional el desarrollo de estos encuentros nos ayuda a formular la implementación de planes estratégicos, como el asociado a la Meta 30×30 y del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP)”, comentó Diego Flores, jefe del Departamento de Áreas Protegidas del Ministerio del Medio Ambiente.
En tanto, Valentina Inostroza, coordinadora de Gobernanza Ambiental de WWF Chile, aseguró que “es de suma importancia propiciar los espacios para contar con la voz de los habitantes de las diferentes localidades, considerando aspectos culturales, de gobernanza y manejo sostenible que han propiciado los pueblos originarios desde siempre. Nos significa un gran valor recoger sus observaciones, preocupaciones y las oportunidades que ven para la óptima inclusión de la Meta 30×30 a escala nacional”.
¿Qué es el 30×30?
La Meta 3 del Marco Global de Biodiversidad, más conocida como 30×30 busca «garantizar y hacer posible que, para 2030, al menos un 30 % de las zonas terrestres y de aguas continentales y de las zonas marinas y costeras, especialmente las zonas de particular importancia para la biodiversidad y las funciones y los servicios de los ecosistemas, se conserven y gestionen eficazmente mediante sistemas de áreas protegidas ecológicamente representativos, bien conectados y gobernados equitativamente y otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas, reconociendo, cuando proceda, los territorios indígenas y tradicionales, y que estén integradas a los paisajes terrestres, marinos y oceánicos más amplios, garantizando al mismo tiempo que toda utilización sostenible, cuando proceda en dichas zonas, sea plenamente coherente con la obtención de resultados de conservación, reconociendo y respetando los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales, incluidos aquellos relativos a sus territorios tradicionales».