Tomás Saieg Páez, jefe de la Oficina de Implementación Legislativa y Economía Circular.
Tomás Saieg es Ingeniero Civil electrónico de la Universidad Santa María y máster y doctor en Science and Technology Policy Studies de la Universidad de Sussex. Trabajó en la Corporación de Fomento de la Producción, en donde estuvo a cargo del primer fondo concursable de economía circular que lanzó la institución. Desde el 2019 que se ha desempeñado como profesional en el Ministerio del Medio Ambiente coordinando proyectos como la Hoja de Ruta para un Chile Circular al 2040. El nuevo jefe de la Oficina de Economía Circular nos cuenta sobre su llegada al MMA, sus pasiones y su lado verde.
¿Cuándo llegaste al MMA?
Llegué el año 2019 a coordinar el proyecto de Hoja de Ruta de Economía Circular. Venía desde la Corporación de Fomento donde estaba viendo temas de economía circular, pero no era seguro si allá iba a poder seguir viendo esos temas. Me interesaba mucho el proyecto de Hoja de Ruta y poder seguir trabajando en economía circular, así que decidí dar el salto al MMA, a pesar de que era un poco riesgoso puesto que, mientras que en CORFO estaba con contrato indefinido, al MMA llegué haciendo un reemplazo de post-natal.
¿Cuáles fueron tus primeros acercamientos a los temas ambientales?
Fue algo súper peculiar. Estudié Ingeniería Civil electrónica, algo que no tiene que ver con medio ambiente, y terminé la carrera algo descorazonado. Era el año 2007 y no tenía muy claro que quería hacer de mi vida. Posterior a eso me fui un año a Nueva Zelanda con la visa working holiday, y estando allá surgió la idea de orientarme hacia temas medioambientales. Sin embargo, me sentía un poco aproblemado puesto que lo que había estudiado no tenía nada que ver con eso y no estaba claro cómo podía lograrlo.
Estando en Nueva Zelandia surgió la idea de estudiar algo relacionado con energías renovables, que veía como una puerta de entrada viable para alguien con mi formación profesional. Pero no me gané la beca a la primera. En realidad, postulé cuatro veces a Becas Chile y me gané la beca recién al cuarto intento.
En el intertanto, hice lo que pude por ir acercándome al tema. Pero mi carrera de origen me anclaba a temas que ya no me interesaban demasiado. Por ello, en un momento, tomé una decisión un tanto radical: agarré un bus y me fui a vivir a Valdivia, con la esperanza de que el cambio de aire y la cercanía con la Universidad Austral, en donde hay muchas carreras relacionadas con medioambiente, me permitiera ir dando el giro que quería dar. En Valdivia trabajé como profesor de colegio, y en ese rol postulé un proyecto de reciclaje para el cual me contacté con Olga Barbosa de la Universidad Austral, que terminó siendo SEREMI de Ciencias de la Macro Zona sur. También me ofrecí de voluntario en el Instituto de Ecología y Evolución de esta misma universidad.
¿Luego te perfeccionaste en el extranjero con energías renovables?
Si. Finalmente me gané la beca Chile al cuarto intento. Y allá en Inglaterra orienté mi proyecto de doctorado a investigar cómo se desplegaron en Chile tres tecnologías relacionadas con el medioambiente: la energía solar, la energía eólica, y la digestión anaeróbica. Allí fue cuando realmente sentí que había logrado dar el giro que buscaba hace años.
¿Cuál es tu lado verde?
Hago compostaje y tengo compostera con lombrices. En el día a día separo residuos y reciclo. Trato de andar en bici o en transporte público. Fui vegetariano seis meses, pero no logré persistir: caí en la tentación una navidad en que mi madre me había preparado un plato y estaba muy acongojada porque no me lo iba a comer. Pero ese periodo de vegetariano sí dejó un cambio permanente: hoy en día consumo mucha menos carne de la que solía comer. Espero algún día juntar la fuerza de voluntad para volverme definitivamente vegetariano.
¿Tienes algún hobby?
Me gusta mucho leer y leo todo lo que puedo, aunque hoy en día es poco el tiempo que me queda para leer cosas fuera de lo necesario para el trabajo. Un buen libro que recomiendo es de Fritjof Capra y se llama “A Systems View of Life”. Es un libro espectacular de pensamiento sistémico que a mí me cambió la percepción de la ciencia. Otro que también recomiendo es “La sexta extinción: una historia natural” de Elizabeth Kolbert, que hace un recuento de las cinco extinciones masivas que ha habido en la historia de la tierra, y el caso es que hoy en día estamos viviendo una extinción que es aún más rápida que todas las anteriores, entonces es algo para reflexionar. Si vamos más al pasado en la universidad hice artes marciales. Practiqué harto tiempo distintas disciplinas, aunque ninguna con la regularidad suficiente como para ir avanzando en los cinturones.
Del sector donde está nuestro ministerio, ¿qué lugar recomiendas para almorzar?
Recomiendo el vegano, que queda pasando por el Down Town, por una calle pequeña a la izquierda que da hacia atrás de la torre Entel. En ese pasillo hay hartos negocios y uno de ellos es el vegano, que vende bien sano y es muy bueno.
¿Qué prioridades tendrá la Oficina de Economía Circular?
Una prioridad sin duda es la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Tenemos mucho que hacer acá. Decretos de metas que están por escribirse, otros ya están escritos y toca implementar, entonces acá hay pega para rato. Otra prioridad es la agenda de residuos orgánicos. Queremos lograr que se empiece a instalar la idea que tenemos que tratar los residuos orgánicos de forma separada, dejar de enviar residuos orgánicos a los rellenos sanitarios y promover el compostaje. Esto tiene enorme potencial de traer beneficios ambientales y sociales. Acá hay una agenda que lleva algunos años, que partió con el programa y cooperación técnica entre Chile-Canadá, después derivó en la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos (ENRO), y hoy en día en el interior de la Oficina tenemos el programa Comuna Circular que está impulsando esta agenda orgánica dando apoyo técnico a los municipios. Como siguiente paso, estamos preparando un proyecto de Ley sobre la materia.
¿Qué significa para ti haber llegado al Ministerio del Medio Ambiente?
Fue una gran alegría. Encontré en el camino el sentido de trabajar en medio ambiente. Al principio fue difícil por que como Ingeniero Electrónico no sabía bien como acercarme al medio ambiente, así que me fui haciendo el camino hasta llegar al MMA en el 2019. Este recorrido dio sus frutos y me sentí muy contento cuando lo logré.
Llegué a un equipo súper potente y acá he aprendido mucho. El jefe que teníamos antes, Guillermo González, fue un excelente profesional, les ponía mucha velocidad a las cosas. Además, el proyecto que me tocó liderar en un principio sobre la hoja de ruta de Economía Circular fue un proyecto muy interesante para mí.