Investigadores confirman teleconexión entre el ozono antártico y las precipitaciones en Chile

Una investigación liderada por científicos de la Universidad de Santiago confirma que las lluvias estivales en Chile, Australia y Sudáfrica dependen de la abundancia de Ozono sobre la Antártica cada año.

El Agujero de Ozono que se forma sobre la Antártica cada primavera austral, no sólo causaría aumentos anómalos en la Radiación Ultravioleta (UV), sino que también afectaría las precipitaciones en todo el hemisferio sur al influir en los patrones de viento, especialmente en el verano austral.

La investigación, que se desarrolló en los últimos cinco años, fue liderada por científicos de la Universidad de Santiago, confirma que las lluvias estivales en Chile, Australia y Sudáfrica dependen de la abundancia de Ozono sobre la Antártica cada año, lo que demuestra que esta no sólo determina las tendencias climáticas de largo plazo en nuestro hemisferio, sino que condiciona la meteorología interanual.

En otras palabras, la intensidad de las lluvias en el verano austral, dependen de la intensidad del Agujero de Ozono que se da sobre Antártica cada año; un Agujero de Ozono pequeño, hace que aumente la probabilidad de abundantes lluvias estivales en Chile y que baje la probabilidad de abundantes lluvias estivales en el Este de Australia. Por ejemplo, el relativamente pequeño Agujero de Ozono del 2019, probablemente influyó en las bajas precipitaciones registradas en el último verano en Australia, que a su vez contribuyeron al récord de Incendios Forestales registrados en enero 2020.

El académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago de Chile e integrante del Grupo de Investigación Antártica de la misma casa de estudio, Raúl Cordero, indicó que este hallazgo muestra que “la teleconexión entre el ozono antártico y las precipitaciones se da a través de la influencia del Agujero de Ozono en los patrones de viento. Debido al Agujero de Ozono, los vientos del oeste (westerlies) en el hemisferio sur se intensificaron y desplazaron hacia la Antártica desde los años 80. Se trata de una tendencia anómala sin precedentes que terminó afectando las lluvias durante el periodo estival en todo el hemisferio sur”.

Esta teleconexión establecida en la investigación entre la profundidad del Agujero de Ozono y las lluvias estivales en Chile, Australia y Sudáfrica podría ayudar a mejorar los pronósticos estacionales es esos países. Por ejemplo, si el agujero de ozono es relativamente pequeño esta primavera, se podría prever un alza en la probabilidad de lluvias más intensas en el verano siguiente en el centro-sur de Chile.

“En la última década hemos aprendido mucho sobre cómo el desarrollo del Agujero de Ozono sobre la Antártica ha influido en los cambios en el clima registrados a partir de los años 80 en el hemisferio sur. Sin embargo, queda aún camino para entender cómo el cierre progresivo del Agujero de Ozono influirá en las precipitaciones del hemisferio sur y cómo ese proceso interactuará con la creciente influencia del calentamiento global”, precisa el investigador.

El Dr. Cordero encabeza el grupo @AntarticaCL de la Universidad de Santiago de Chile, quienes con el apoyo del Instituto Antártico Chileno (INACH), trabajan en la Antártica desde hace una década estudiando el rol de la Antártica en el clima global y los impactos del cambio climático en el hemisferio sur. Para ello no sólo realizan mediciones de Ozono en superficie, sino mediante lanzamientos de Ozonosondas.

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Publicado en Campaña Ozono.