El proyecto piloto a nivel nacional se está desarrollando en la caleta Riquelme, Cocholgue, El Manzano- Hualaihué y Tongoy.
Caleta Tongoy de la Región de Coquimbo fue reconocida como “Caleta que implementa prácticas de adaptación al cambio climático en pesca y acuicultura”. El reconocimiento, simbolizado en una placa que será instalada en el sector, se realizó el 10 de diciembre en una ceremonia con presencia de autoridades regionales y locales.
Tongoy es una de las cuatro caletas pilotos del Proyecto “Adaptación al Cambio Climático en la Pesca y Acuicultura”, que ejecutan el Ministerio del Medio Ambiente, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, junto con la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Junto a la entrega del reconocimiento a la caleta como unidad productiva, social y cultural que se adapta al cambio climático, se certificó a los participantes de los programas de capacitación “Fortalecimiento y capacidades de adaptación al cambio climático” y “Turismo sustentable”.
La Seremi del Medio Ambiente de la Región de Coquimbo, Claudia Rivera, destacó la importancia de poner en valor el patrimonio cultural, a través del fortalecimiento de capacidades técnicas. “Como lo dijeron hoy, Tongoy es el secreto mejor guardado de Coquimbo; ofrece atractivos turísticos desde el punto de vista arqueológico, humedales que nos permiten apreciar la existencia de equilibrio ecosistémico, gastronomía y el desarrollo de la pesca artesanal. Tenemos clara conciencia que para enfrentar de mejor manera el cambio climático, y disminuir la vulnerabilidad de los pescadores y acuicultores tenemos que conocer nuestro patrimonio y apreciarlo para cuidarlo”.
El Director Zonal de Pesca y Acuicultura de las Regiones de Atacama y Coquimbo, Juan Carlos Fritis, manifestó el orgullo de la institución por la motivación de quienes participaron en los programas. “Creemos que ustedes son los verdaderos extensionistas nuestros, para con sus pares poder replicar lo aprendido y que sea provechoso para los pescadores artesanales. Tongoy es un ejemplo a nivel nacional, por lo mismo es una de las cuatro caletas pilotos del proyecto. Estamos muy orgullosos de ustedes, y de estar acá para acompañarlos en el término de este proceso”.
Por su parte, Lucio Salfate, de la Cooperativa de Buzos y Pescadores de Tongoy, señaló que “el curso nos ha hecho reaccionar y tomar medidas para no incrementar la contaminación que hay. No vamos a prevenir el cambio climático, pero lo podemos contrarrestar un poco. Nos hizo mirar de otra forma las cosas y que debemos cuidar el medioambiente en todos los sentidos. También aprendimos a diferenciar entre clima y tiempo, cómo se forman los vientos y las corrientes, adaptarnos a través del turismo con nuevas rutas y el turismo científico. Gracias al curso cuando nos hablen de cambio climático ya sabemos un poco más”.
Además de la capacitación a la comunidad y a organizaciones pesqueras y acuicultoras en cambio climático, se está ejecutando un estudio para incorporar valor agregado a productos, un cultivo experimental de ostras japonesas y una estrategia de turismo integrado, entre otras.
Finalmente, Miguel Torrejón, dedicado a realizar paseos turísticos en lancha, expresó que “fue muy importante participar en la capacitación sobre cambio climático, porque hasta el momento es un tema más bien desconocido y debemos prepararnos para ello. Saber la importancia, por ejemplo, de cuidar los humedales y su valor para la Bahía de Tongoy. Ahora a cuidar y querer, más aun, lo que tenemos”.
Iniciativa replicada a nivel nacional
El sector pesquero artesanal se considera como uno de los más vulnerables ante los impactos del cambio climático, sumado a la sobreexplotación, pesca ilegal, además de la degradación y contaminación del hábitat marino. Ante este contexto, nace el Proyecto “Fortalecimiento de la Capacidad de Adaptación en el Sector Pequero y Acuícola Chileno al Cambio Climático”, el cual es ejecutado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y la FAO, con financiamiento del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su sigla en inglés).
Su objetivo principal es reducir la vulnerabilidad y aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático del sector pesquero artesanal y acuícola de pequeña escala. Este se desarrolla en un plazo de 42 meses, desde abril del 2017 a septiembre del 2020 y se está implementando en cuatro caletas piloto: Riquelme (Tarapacá), Coliumo (Biobío), El Manzano-Hualaihué (Los Lagos) y Tongoy (Coquimbo).
El proyecto apunta a generar acciones e instalar capacidades de adaptación a nivel nacional, regional y local, a través de tres componentes: fortalecimiento de las capacidades institucionales públicas y privadas, mejorar la capacidad de adaptación de la pesca artesanal y acuicultura a pequeña escala y finalmente, entregar conocimiento y sensibilizar sobre el cambio climático en las comunidades pesqueras y acuícolas.