El aporte científico que tienen los humedales para las comunidades atacameñas, así como su vulnerabilidad ante el cambio climático, fueron algunas las temáticas abordadas por la Secretaría Regional del Medio Ambiente de la Región de Antofagasta, en dos jornadas de difusión desarrolladas en la comuna de San Pedro de Atacama.
Los talleres dirigidos en una primera instancia a la comunidad de Solor, operadores y guías de turismo y la segunda, a la comunidad de San Pedro de Atacama, formaron parte del trabajo que viene desarrollando esta cartera a través del estudio FNDR “Adaptación al cambio climático Análisis de adaptación al cambio climático en humedales andinos”, que ejecuta el Centro de Ecología Aplicada (CEA).
Los humedales altoandinos se encuentran dentro de los ecosistemas más vulnerables a los efectos del cambio climático a raíz de factores naturales (aumento temperatura y disminución de precipitaciones) y a factores antrópicos (presiones derivadas de las actividades productivas y expansión de entidades pobladas).
Su importancia no solo radica en la diversidad de especies animales y vegetales que alberga, sino también en las actividades de importancia económica y socio-cultural que sostiene. A esto se suma la presencia de comunidades microbianas extremófilas, características que permiten recrear al planeta primitivo y convertir al Salar de Atacama en un territorio de interés para diversas disciplinas científicas, entre ellas la astrobiología.
Al respecto el seremi del Medio Ambiente de la Región de Antofagasta, Felipe Lerzundi, dijo que “en primer lugar, quiero relevar esta relación que estamos construyendo entre las comunidades indígenas presentes en el territorio, el Estado y el mundo científico. Para nosotros es muy importante poder transmitirles el aporte científico y ecológico que poseen los humedales y de a poco dejar instaladas las capacidades en quienes hacen uso de este valioso territorio. Todos los avances que hemos tenido en el desarrollo de este estudio, las comunidades han sido las primeras en conocerlos y así queremos que continúe siendo. Es necesario que conozcan de primera fuente qué estamos investigando y cuáles han sido los principales hallazgos”.
Por su parte, la presidenta del Consejo de Pueblos Atacameños y presidenta de la comunidad de Solor, Ana Ramos, junto con valorar la jornada, precisó que “tenemos un gran desafío, que es educar. Educar a nuestra propia comunidad, a nuestros niños principalmente y a los visitantes sobre la riqueza presente en nuestras lagunas y en general en los humedales andinos. Vivimos en un territorio rico en historia, la que hemos conocido por nuestros antepasados, con una gran riqueza turística y ahora conocemos el valor científico que éstos poseen, como por ejemplo, la presencia de organismos extremófilos que nos hablan del origen de la vida. Esto es realmente muy importante para nosotros y por eso debemos protegerlos”, puntualizó.