Las fuentes móviles son parte de los sectores que más contaminan a nivel nacional y el segundo que más aporta a la generación de gases de efecto invernadero. Estas, además, representan alrededor del 30% de las emisiones a nivel nacional y el 90% en la Región Metropolitana de óxido de nitrógeno (NOx). Se trata de gases considerados tóxicos, irritantes y precursores de la formación de MP2.5 y ozono, perjudiciales para la salud de las personas.
Razón por la cual y, en el marco de la actual política de descontaminación del país y de la reforma tributaria impulsada por el gobierno del Michelle Bachelet, se incorporó desde diciembre de 2014 un “impuesto verde” progresivo a vehículos livianos que más contaminen con el objetivo de penalizar a los vehículos menos eficientes y a los que generan mayores emisiones de NOx.
“Esto porque una exposición prolongada a este tipo de gases puede afectar al sistema inmune y al pulmón en la población, dando lugar a una menor resistencia frente a infecciones y causar cambios irreversibles en el tejido pulmonar. Adicionalmente, genera problemas a los ecosistemas por la generación de lluvia ácida”, asegura Marcelo Mena, ministro (s) del Medio Ambiente.
Aumento del impuesto
2015 fue un periodo de transición del llamado “impuesto verde”, ya que cobró alrededor de la mitad de lo que se recaudará a partir de 2017. Y a partir del 31 de diciembre, este aumentará un 50% a vehículos con emisiones de Óxido de nitrógeno (NOx) con el fin de incentivar el ingreso de vehículos con menores tasas de emisión de este tipo de contaminante y continuar con la segunda etapa de este proceso. El impuesto es altamente progresivo, ya que grava en mayor medida a los automóviles más caros, los que tienen menor rendimiento, los ineficientes y los que producen mayores emisiones de NOx.
“Tenemos grandes desafíos cambio climático y la contaminación atmosférica debemos tener un parque mucho más eficiente y menos contaminante. Estos impuestos, pioneros en Latinoamérica son claves lograr este objetivo. Este salto del 2016 permite escalar el cobro por contaminación por NOx en un 50%, llegando finalmente a su valor final de 100% en el 2017”.
“Esta segunda etapa del impuesto verde significa un aumento del 50% del cobro de las emisiones por óxido de nitrógeno, mientras un vehículo gasolinero va a aumentar un 10% su impuesto verde y un diésel- que tiene más emisiones de dióxido de nitrógeno- va a aumentar hasta un 40%. Esto se estabilizará el año 2017 con un aumento de nuevo del 50%”, explicó el ministro (s) del Medio Ambiente, Marcelo Mena.
De acuerdo a Marcelo Mena, el impuesto actualmente grava en mayor medida a vehículos diésel nuevos, debido a que generan mayores emisiones de NOx que los gasolineros. Sin embargo, en la medida que los nuevos automóviles diésel incorporen tecnologías de reducción de NOX (como los incorporados en la Normas Euro 6), los impuestos serán equivalentes.
Es decir, si un auto 4×4 diésel pagaba $500 000 en 2015, en 2016 va a pagar $700 000 y en 2017 va a pagar $900 000. Un auto gasolinero pasa de pagar de 70 a 80 mil pesos, es decir un 15% más. Esto se debe a que los vehículos diésel contaminan entre 10 a 60 veces más óxido de nitrógeno que los gasolineros. Un auto híbrido paga solo 25 mil pesos, y subirá a 27.000 pesos, esto se produce porque un vehículo híbrido contamina 60 veces menos NOx que un diesel.
De acuerdo a estudios preliminares, la la participación de los 4×4 en Chile bajó en un 22% este último año. “Este impuesto al vehículo tiene como objetivo el desincentivo a la compra de automóviles que contaminan ya que su principal objetivo es justamente contribuir a reducir las emisiones del parque vehicular”, indica el ministro (s).
El tesorero general de la República, Hernán Frigolet hizo énfasis en el objetivo del impuesto. “Es un impuesto que está orientado tener un parque vehicular moderno y con vehículos menos contaminantes. En ese sentido, el vehículo que más impuesto paga en Chile, es el vehículo diésel en cualquier gama de valor y en cualquier gama de tecnología. El impuesto está hecho para recaudar y al mismo tiempo para que el consumidor elija el automóvil que contamina menos”.
El impuesto no se aplica a vehículos de trabajo es decir, están exentos los vehículos motorizados destinados al transporte de pasajeros, con capacidad de más de 10 asientos, incluido el del conductor, camiones, camionetas y furgones de más de 2.000 kilos de capacidad de carga útil y furgones cerrados de menor capacidad.