Representantes internacionales, de gobierno y la sociedad civil se reúnen en Cepal para debatir las medidas e implicancias del reconocimiento mundial al Derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible

El evento, que contó entre sus organizadores con el ministerio del Medio Ambiente, abordó cómo la reciente decisión de la Asamblea General de la ONU podrá ayudar a catalizar la adopción e implementación efectiva de estándares ambientales globales más sólidos y homogéneos y, sobre todo, la acción a favor de nuestro planeta y de las personas.

“En el contexto de la triple crisis ecológica, que es a su vez de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación (…) este es un hito histórico que viene a concretar los múltiples esfuerzos”, comentó la ministra Maísa Rojas.

El salón Celso Furtado de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) fue el escenario donde embajadoras y embajadores, además de representantes de organismos internacionales, del gobierno de Chile y de organizaciones civiles, se reunieron para discutir en torno al reconocimiento del derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como un derecho humano y las implicancias que esta determinación tendrá en la adopción e implementación de medidas para preservarlo por parte de los Estados.

“En el contexto de la triple crisis ecológica, que es a su vez de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, el reconocimiento al derecho humano a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un hito histórico que viene a concretar los múltiples esfuerzos promovidos largamente por los Estados, sociedad civil, expertos, académicos y activistas alrededor del mundo por reestablecer la relación inherente e interdependiente que existe entre los seres humanos y la naturaleza”, aseguró la ministra del Medio Ambiente, Maísa Rojas, en la apertura de la ceremonia.

Fue el pasado 28 de julio, tras intensas conversaciones impulsadas por Costa Rica, Eslovenia, Maldivas, Marruecos y Suiza -y que apoyaron países de América Latina y el Caribe- cuando la Asamblea General de la ONU decidió reconocer este derecho humano, impulsando un cambio de paradigma en la forma de entender la relación entre las personas y el medioambiente.

En el evento participaron la embajadora de Marruecos en Chile, Kenza El Ghali; la embajadora de Costa Rica en Chile, Adriana Murillo Ruin; el embajador designado de Suiza en Chile, Markus Dutly; Xavier Mena, representante regional adjunto para América del Sur de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; John Knox, primer relator especial de la ONU sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente; el Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de la Cepal, José Luis Samaniego; el Jefe de la Unidad de Políticas para el Desarrollo Sostenible de Cepal, Carlos de Miguel; la Subsecretaria de Relaciones Exteriores, Ximena Fuentes; el Director de Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Tomás Pascual Ricke, además de Katta Alonso, de la agrupación Mujeres de Zona de Sacrificio en Resistencia Comunas de Quintero y Puchuncaví. Por parte el Ministerio del Medio Ambiente, Constance Nalegach, Jefa de la Oficina de Asuntos Internacionales y principal negociadora de Chile del Acuerdo de Escazú, fue la representante.

“’O nos salvamos juntos o nos hundimos por separado’, dijo el presidente Gabriel Boric hace unos meses en este mismo edificio al inaugurar la Primera Conferencia de la Partes del Acuerdo de Escazú”, recordó Nalegach en su alocución, en referencia a la importancia del trabajo mancomunado entre los Estados y la sociedad civil para combatir la crisis climática y ambiental que el mundo enfrenta. “Podemos tener un país con un entorno prístino y totalmente libre de contaminación, pero esto no servirá de nada si los demás países no adoptan también las medidas correspondientes para cuidar el medioambiente”, profundizó la abogada.

“Creo que esta es una gran medida que era muy necesaria, porque se incluyó ya no como una ley en algunos países, sino como una decisión mundial, que el medioambiente sano y sostenible es fundamental para poder garantizar un buen futuro para la humanidad”, comentó Katta Alonso, una de las representantes de organizaciones civiles en el evento.

Este texto reconoce por primera vez a nivel global el ambiente limpio, sano y sostenible, como un Derecho Humano. Por eso, en el evento se abordó cómo esta decisión de la Asamblea General podrá ayudar a catalizar la adopción e implementación efectiva de estándares ambientales globales más sólidos y homogéneos y, sobre todo, la acción a favor de nuestro planeta y de las personas.

Créditos fotografía: Prensa Cepal

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