Mujeres de Robinson Crusoe resguardan el patrimonio natural de la isla y crean jardines endémicos en sus hogares

Una especie endémica es aquella que crece exclusivamente en una parte del mundo. Es el caso de la Col, Chonta, Nalca, Ajo dulce, Juan Bueno y Copita de indio, entre otras plantas, que existen únicamente en alguna de las islas del Archipiélago Juan Fernández, sin poder encontrarlas en ningún otro lugar del planeta. La comunidad de Juan Fernández es consciente del valor de la biodiversidad del lugar en que viven, por lo que un grupo de mujeres decidió plantar en sus jardines estas especies endémicas, como una forma de fomentar y asegurar su conservación.

Son 45 las mujeres de la isla Robinson Crusoe que se han sumado a esta iniciativa implementada desde 2013 por la Corporación de la niñez con base en Género y Familia, a través del Programa de Medio Ambiente y Género del Proyecto GEF de Especies Exóticas Invasoras. Además, el trabajo es apoyado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) que hace entrega de las plantas. “Quisimos traspasar los conceptos teóricos de endemismo, control de especies invasoras, educación ambiental y cuidado de la naturaleza a algo práctico que potenciara la relación de las mujeres con su entorno y que fuera sostenible en el tiempo. Nos dimos cuenta que el mejor lugar para esto, era trabajar con el entorno más directo de ellas: los patios de sus casas”, explica Camila Palacios, bióloga del Programa de Medio Ambiente y Género.

El vivero de CONAF del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández, cuenta con 56 tipos de plantas endémicas y reproduce unos 6.000 ejemplares al año. Hasta aquí llegan las mujeres del poblado San Juan Bautista a solicitar plantas para cultivar en sus jardines. “Nosotros registramos la entrega y las asesoramos sobre cómo deben sembrarlas en sus casas, los tiempos de regadío, si necesitan sombra o cualquier cuidado específico”, cuenta Karen Núñez, técnico agrícola y encargada de los viveros e invernaderos de CONAF del Parque Nacional Archipiélago Juan Fernández.

Reconocimiento al trabajo de la mujer

“No solo he podido hermosear el jardín de mi casa, sino que también he ido aprendiendo sobre el cuidado de distintas plantas. Acá tengo nogal, limón, zapallo y he ido cultivando plantas endémicas como nalcas, helechos y col”, cuenta Constanza Paulsen, habitante de Robinson Crusoe que participa del Proyecto de Jardines Endémicos. Por su parte, el alcalde de Juan Fernández, Felipe Paredes, destaca la dedicación que han mostrado las mujeres de la comunidad con sus jardines: “Esperamos que en unos años nuestras casas estén llenas de árboles endémicos de nuestro archipiélago. Al verlos, no solo vamos a poder contemplar plantas de nuestra tierra, sino que sabremos que esto fue posible gracias al trabajo constante de las mujeres de esta isla”.

Como una forma de reconocer el trabajo realizado por las mujeres en sus jardines, las participantes fueron premiadas durante el Encuentro de Medio Ambiente y Género realizado en abril pasado en Robinson Crusoe. Todas recibieron un set de jardinería y, de forma, especial, a una de ellas se le hizo entrega de unaDendroseris gigantea, especie endémica de la isla Alejandro Selkirk y extinta en vida silvestre, pero que es reproducida en el vivero de CONAF. “Se trata de una planta que requiere mucho cuidado y que por no existir muchos ejemplares en el mundo, no se entrega a la comunidad como las otras especies endémicas que reproducimos en el vivero”, explica Karen Núñez.

Esta Dendrosis gigantea fue entregada a Jocelyn Llanquín por el excelente trabajo que realizó en su jardín. “El cuidado y amor que Jocelyn ha tenido con sus plantas, permitió que CONAF confiara en ella para entregarle este ejemplar único, el que sin duda está en buenas manos”, asegura Camila Palacios.

Erradicación en casa

Ciertas plantas invasoras presentes en el Archipiélago Juan Fernández, como zarzamora, maqui y murtilla, también han llegado hasta los jardines del poblado, invadiendo los terrenos y perjudicando el hábitat de especies nativas. Para hacer frente a esta situación, las mujeres han comenzado un trabajo de control y erradicación. Karen Núñez las ha instruido en el control manual para sacar las plantas invasoras de raíz: “Les recomiendo métodos caseros, como echar agua caliente en el hoyo cuando sacan la zarzamora, para evitar el control químico. No puedo pasarle herbicidas a una persona que tiene niños o animales en sus casas, porque son productos muy venenosos y tóxicos”, explica.

Y aunque el control manual ha resultado exitoso en algunos hogares, en otros el problema sigue siendo serio. Es por esto que la ONG Oikonos en convenio con el Proyecto GEF Especies Exóticas Invasoras, trabajará con la gente del poblado para fumigar aquellos jardines en donde las plantas invasoras se han extendido. “La gente no va a manipular el químico, sino que van a ir expertos a sus casas, guardando todas las medidas de seguridad”, explica Christian López, Director local de Proyectos del Archipiélago Juan Fernández de Oikonos Chile.

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Publicado en Noticias.